Programa de Tratamiento Integral Para Niños/as Con TDAH

Área psicopedagógica

El asesoramiento psicopedagógico ha sido una intervención integral que ha beneficiado tanto a los usuarios/as como a los agentes educativos y sociales implicados. Se han perseguido dos objetivos clave: uno clínico, enfocado en situaciones disfuncionales, y otro de capacitación, con un enfoque preventivo para mejorar el trabajo diario con el niño o niña. Aunque ambos objetivos son importantes, el programa ha priorizado la capacitación preventiva, desarrollando estrategias que promuevan el desarrollo integral del menor y superen sus deficiencias académicas, sociales y personales.

Entre las actividades realizadas, destacan la evaluación psicopedagógica, los planes de refuerzo educativo y la creación de estrategias de estudio personalizadas. Estas acciones han sido complementadas con técnicas de organización y autonomía para el estudio, recursos didácticos adaptados y una estrecha coordinación con instituciones educativas y familiares, lo cual ha asegurado un apoyo constante y completo. Además, se ha promovido el manejo de nuevas tecnologías aplicadas al contexto educativo, proporcionando herramientas actuales para el aprendizaje y el desarrollo personal del niño o niña.

Área psicológica

En el área de psicología, se desarrollan dos momentos clave: la evaluación y la intervención terapéutica. Durante la evaluación, se realiza una primera cita con el menor y su familia, quienes describen las preocupaciones y situaciones en el hogar o la escuela. A partir de este diálogo inicial, se completa una historia clínica, y, si es necesario, se aplican pruebas psicométricas, entrevistas y observaciones para entender la conducta y las experiencias del niño o niña. Este proceso permite establecer los objetivos terapéuticos, que podrán ser ampliados o ajustados según la evolución del caso.

En la intervención terapéutica, el psicólogo utiliza técnicas y principios psicológicos para ayudar al menor a entender y mejorar su situación. El plan de acción incluye observación y análisis de emociones y pensamientos, evaluación de síntomas, y un diseño de estrategias para gestionar conflictos. Se realizan sesiones regulares de actualización con los familiares para verificar avances y coordinar pautas. Además, se promueve la colaboración con otros profesionales de áreas como salud, educación y servicios sociales cuando el caso lo requiere, buscando un abordaje integral que mejore las áreas emocional, conductual y social del menor.

Área de neuroestimulación cognitiva

En el área de intervención neuropsicológica, se ha implementado un programa individualizado para la rehabilitación de déficits cognitivos, buscando reducir su impacto en el funcionamiento emocional, conductual y social. Este programa incluye tanto el entrenamiento específico de funciones alteradas como estrategias compensatorias mediante el aprendizaje de habilidades metacognitivas y el uso de apoyos externos. Además, se ha trabajado con los familiares de niños/as con TDAH para que puedan aplicar las estrategias aprendidas en la vida diaria del niño/a, abarcando contextos académicos, sociales y familiares.

Se ha colaborado estrechamente con los centros educativos para informar a los docentes sobre los déficits identificados en las evaluaciones neuropsicológicas y su repercusión en el aprendizaje, facilitando así decisiones educativas personalizadas. También se han realizado evaluaciones neuropsicológicas para niños/as ya diagnosticados o en proceso de diagnóstico de TDAH, incluyendo análisis completo con entrevistas, cuestionarios y pruebas neuropsicológicas. Las sesiones de devolución con las familias han permitido explicar los resultados, conclusiones y recomendaciones terapéuticas. Como innovación, este año se ha comenzado a usar herramientas de realidad virtual en la intervención, potenciando así los métodos terapéuticos empleados.

Área de logopedia

El área de logopedia desempeña un papel fundamental en la intervención del TDAH, trabajando en aspectos como el lenguaje, habla, voz, comunicación y dicción para abordar las dificultades presentes. El proceso comienza con una anamnesis detallada, donde se recopila información sobre el desarrollo del niño/a, antecedentes médicos y familiares. Luego, se realiza una observación directa en diferentes contextos para identificar patrones de comunicación y habilidades lingüísticas, seguida de la aplicación de pruebas estandarizadas que evalúan distintos aspectos del lenguaje, incluyendo expresión oral y comprensión.

Con los resultados, se elabora un informe detallado que es explicado a los tutores en una sesión de devolución, donde se comparten hallazgos y se orienta sobre el enfoque a seguir. Posteriormente, se diseña un plan de intervención personalizado que se adapta a las necesidades específicas del niño/a, basado en enfoques terapéuticos basados en la evidencia. Este plan busca mejorar de manera efectiva las habilidades comunicativas del niño/a, promoviendo su desarrollo en los entornos académico, social y familiar.